Cómo saber si necesitas permiso para cambiar el color de tu fachada

Cuando pensamos en nuestra vivienda, es común creer que podemos modificarla a nuestro antojo, como cambiar el color de la fachada. Sin embargo, en las comunidades de propietarios, esto no es tan sencillo. Existen normativas, como la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) y los estatutos de la comunidad, que regulan estos cambios.

En Fincas Gilser te explicamos si necesitas permiso de la comunidad para pintar tu fachada.

 

Las decisiones sobre elementos exteriores, como la fachada, deben ajustarse a ciertas reglas. Por un lado, si la pintura tiene como fin conservar la estructura —reparar grietas o mantener el buen estado—, se considera una obra necesaria. Según el artículo 9 de la LPH, todos los propietarios deben contribuir a estas tareas mediante las derramas acordadas por la comunidad. En este caso, solo es necesario comunicar la obra al presidente o al administrador, y los gastos corren a cargo de la comunidad.

Por otro lado, si el objetivo es meramente estético, como cambiar el color de la fachada, la situación cambia. El artículo 17 de la LPH indica que se requiere la aprobación de la Junta de Propietarios, con una mayoría de tres quintas partes tanto en votos como en cuotas de participación. Los vecinos que voten en contra no están obligados a pagar, pero tampoco pueden impedir la mejora.

 

Si se trata de una vivienda en una urbanización de adosados o con balcones privados, la fachada sigue considerándose parte de los elementos comunes. El artículo 7 de la LPH aclara que cualquier modificación debe ser notificada a la comunidad y no puede afectar la estructura, seguridad o estética del edificio.

 

Una sentencia clave del Tribunal Supremo (164/2014) confirmó esta norma al fallar a favor de una comunidad que demandó a una propietaria por cambiar el color de sus ventanas. El tribunal reafirmó que todas las alteraciones deben contar con la aprobación comunitaria, rechazando el argumento de que modificaciones previas no sancionadas justifican nuevas alteraciones.

 

En definitiva, aunque la fachada pertenezca a tu vivienda, cualquier cambio estético debe ser aprobado por la comunidad para respetar la armonía del edificio y la normativa vigente.

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