El depósito de garantía es una protección adicional en el momento de alquilar una propiedad. Su finalidad es respaldar al propietario en caso de que la fianza no sea suficiente para cubrir posibles daños o deudas generadas por el inquilino. No obstante, es importante entender las normativas que regulan este tipo de depósitos, así como las responsabilidades del arrendador respecto a su uso. En Fincas Gilser te explicamos los aspectos legales a este respecto que tienes que conocer.
¿Qué es un depósito de garantía?
Este tipo de depósito es un pago adicional al alquiler que se solicita para asegurar que el inquilino cumpla con sus obligaciones. Aunque no es obligatorio por ley, los propietarios pueden solicitarlo en función del importe del alquiler. Es esencial que este depósito quede reflejado en el contrato de arrendamiento para garantizar su legalidad y transparencia.
Diferencias entre depósito y fianza
Mientras que la fianza es un requisito legal que debe entregarse al inicio del contrato (equivalente a un mes de alquiler), el depósito de garantía es opcional y puede alcanzar hasta dos meses de renta. Además, en muchas Comunidades Autónomas es obligatorio depositar la fianza en una entidad pública, mientras que el depósito queda bajo custodia del propietario, quien deberá devolverlo al finalizar el contrato si no hay incidencias.
Marco legal de los depósitos
Aunque los depósitos no están regulados tan estrictamente como las fianzas, la Ley de Arrendamientos Urbanos (artículo 36.5) permite a las partes acordar garantías adicionales. No obstante, en contratos de hasta cinco años (o siete si el arrendador es persona jurídica), este depósito no puede exceder dos mensualidades. Además, debe devolverse en un plazo máximo de 60 días tras la finalización del contrato.
¿Cuándo solicitar un depósito?
Es recomendable solicitar un depósito en situaciones donde el inquilino no ofrece suficientes garantías financieras, o en casos donde la vivienda se alquila con mobiliario. Si existe la posibilidad de impago o daños que no cubren los seguros, un depósito adicional protege al propietario.
Formalización del depósito
Para formalizarlo, es fundamental que el contrato especifique el monto del depósito, las condiciones de su devolución y las situaciones en las que se podrá retener parte del mismo.
Lo más recomendable es contratar a una agencia especializada en alquileres con soluciones que garanticen el pago puntual de la renta, incluso en casos de impago, asegurando tranquilidad para los propietarios.